El papa Francisco en Bangladesh
En el encuentro que mantuvo con los Obispos de Bangladesh, el Papa Francisco exhortó a prestar atención a las necesidades de los jóvenes, de cara al Sínodo que reflexionará sobre ellos en el Vaticano en 2019, y valorar los carismas de los laicos.
El Papa pidió a los prelados asegurar “que los candidatos estén bien formados para comunicar a los demás, y en particular a sus propios contemporáneos, la riqueza de la fe”. “En un espíritu de comunión que une a las generaciones, ayudadlos a llevar adelante con alegría y entusiasmo el trabajo que otros han comenzado, sabiendo que algún día a ellos mismos les tocará, a su vez, transmitirlo”.
Por otro lado, pidió mantener “una cercanía pastoral cada vez mayor hacia los fieles laicos” puesto que “es necesario promover su participación efectiva en la vida de vuestras Iglesias particulares, a través de las estructuras canónicas que permiten escuchar sus voces y apreciar sus experiencias”.
“Reconoced y valorad los carismas de los laicos y laicas, y animadlos a poner sus dones al servicio de la Iglesia y de la sociedad en su conjunto”, afirmó.
En su segundo día en Bangladesh, el Papa Francisco se reunió con la Primera Ministra del país, Shekh Hasina, en la Nunciatura que se encuentra situada en la ciudad de Daca. Después, se trasladó hasta el Arzobispado para visitar la catedral.
Una vez en ella, el Pontífice fue acogido por el Cardenal Patrick D’Rozario, Arzobispo de Daca. Allí bendijo las placas conmemorativas de las visitas papales de Pablo VI en 1970, Juan Pablo II en 1986 y la suya propia. También las placas de dos nuevos edificios para los ancianos y los sacerdotes.
A continuación, saludó a 20 miembros del Comité Organizador de la visita y entró en la catedral acogidospor el párroco, un sacerdote y una religiosa. En la catedral estuvieron presentes unas 700 personas, entre ellas algunos benefactores a los que el Pontífice saludó y bendijo.
Francisco también oró durante unos segundos en silencio delante de la Capilla del Santísimo, y ya fuera de la iglesia, rezó en la tumba de los tres obispos precedentes.
Por último, caminó hasta la casa de los sacerdotes ancianos, en el complejo del Arzobispado, donde se celebró este encuentro con los Obispos de Bangladesh.
Al hablar de la acción social de la Iglesia en aquel país, dio las gracias a los que “trabajan silenciosamente para apoyar a las familias cristianas en su misión de dar cada día testimonio del amor reconciliador del Señor y de dar a conocer su poder redentor”.
La “actual crisis de los refugiados” también ocupó parte de su intervención. En Santo Padre manifestó que “aún queda mucho por hacer” y señaló que “la inspiración para sus obras de asistencia a los necesitados debe ser siempre esa caridad pastoral que sabe reconocer en seguida las heridas humanas y que responde con generosidad a cada uno personalmente”.
Para el Papa también es de suma importancia el respeto entre las diversas religiones del país, por lo que les instó a trabajar “tenazmente en construir puentes y en fomentar el diálogo, ya que estos esfuerzos no sólo facilitan la comunicación entre los diferentes grupos religiosos, sino que también despiertan las energías espirituales necesarias para la construcción de una nación unida, justa y en paz”.
“Cuando los líderes religiosos se pronuncian con una sola voz contra la violencia, que pretende hacerse pasar por religión, y tratan de reemplazar la cultura del conflicto con la cultura del encuentro, acuden a las raíces espirituales más profundas de sus diversas tradiciones”, concluyó.
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